Educamos a las mujeres porque cambia el mundo*
Más de 770 millones de adultos carecen de alfabetización básica, aproximadamente el 65% son mujeres. Esta realidad es producto que, desde edades tempranas, las niñas y mujeres enfrentan discriminación en el seno familiar, en la sociedad que las rodea y en el ámbito educativo. Esta discriminación se traduce en bajas probabilidades de asistencia, altas tasas de deserción escolar y limitadas oportunidades educativas, vinculadas a factores como embarazos no deseados y matrimonios precoces.
También la mayoría de las personas en situación de pobreza son mujeres, quienes reciben salarios precarios, peores condiciones laborales y menos poder e influencia en comparación con los hombres.
La UNESCO señala que la alfabetización actúa como una palanca que permite a las mujeres ingresar plenamente a la sociedad, obtener empleo, ejercer control sobre sus vidas y participar activamente en la comunidad. Esto mejora la salud tanto de ellas como de sus hijos, y se reduce la mortalidad infantil. Además, se vincula con una mayor participación de sus hijos en la educación y una disminución de la pobreza en la familia.
En Cajamarca, una de las regiones con mayores índices de analfabetismo y pobreza en el Perú, las mujeres en condición de analfabetismo no pueden ejercer sus derechos de la misma forma que lo hacen los varones. “En Chetilla hay machismo, no nos dejan participar a las mujeres. Me decían que soy una analfabeta, ignorante, siempre me han dicho así”, nos contó Jovita Dilas Cabrera, antes de iniciar nuestro programa de alfabetización. Hoy es una lideresa en su distrito, quien promueve la educación para que más mujeres como ella puedan salir del círculo de la violencia y la pobreza.
En el Día Internacional de la Mujer, reforzamos el compromiso de la Fundación Dispurse por desarrollar soluciones educativas para las mujeres que no culminaron o no pudieron acceder a la educación y así contribuir al Objetivo de Desarrollo Sostenible para alcanzar la igualdad de género y el empoderamiento de las niñas y mujeres. Desde nuestra experiencia de trabajo en América Latina, somos testigos del impacto positivo de la alfabetización no solo en las vidas individuales de nuestras estudiantes, por eso apostamos por su educación, porque cambia el mundo.
*Cita de Drew Faust