770 millones
Más de 770 millones de personas en el mundo carecen de alfabetización básica, la mayoría son mujeres. Las investigaciones demuestran que las niñas y las mujeres de muchas partes del mundo se encuentran con diferentes tipos de estructuras discriminatorias a edades tempranas y en diferentes ámbitos, dentro de sus propias familias, en la sociedad que las rodea y en la educación.
Esta discriminación se pone de manifiesto en el hecho de que las niñas siguen siendo las menos propensas a ir a la escuela y que están sobrerrepresentadas en lo que respecta al abandono en los primeros años escolares, a menudo relacionado con los embarazos no deseados, el matrimonio, las tradiciones y la pobreza. Las dificultades que existen para reducir la desigualdad de las mujeres en relación con el acceso a la educación hacen que esta educación deba ser repensada y cambiada para que más mujeres puedan participar en ella (Unesco, 2016).
Por lo tanto, hay muchos factores que hacen que estas niñas y mujeres nunca tengan la oportunidad de educarse; los roles y estructuras tradicionales de género que limitan las opciones de vida de las niñas y mujeres para cuidar del hogar y la familia, pero que también las obligan a trabajar duro para sostener a sus familias, lo que limita la posibilidad de participar en la educación de la manera tradicional, donde la asistencia es obligatoria y donde la jornada escolar es larga, tanto en horas como en años.
Tener la oportunidad de desarrollar una alfabetización básica es, según la UNESCO, una palanca de acceso a la sociedad, para poder conseguir un trabajo, empoderarse y participar en la sociedad en la que se vive. Cuando las mujeres tienen la oportunidad de aprender a leer y escribir, la salud de las mujeres y de sus hijos aumenta, la mortalidad infantil disminuye. También existe una relación entre la alfabetización de las mujeres y el aumento de la participación de sus hijos en las escuelas, así como en la reducción de la pobreza en las familias y en los hogares de las mujeres (Unesco, 2016).